La fuente principal de energía durante el siglo XX y los inicios del XXI fue el combustible fósil, básicamente el petróleo, gas natural y carbón (Navarro, 2018) Durante el siglo XXI, la dependencia de estos productos ha producido en la sociedad un cambio drástico en la matriz energética, además del cambio que se ha desarrollado en el medio ambiente. Por lo consecuente, la preocupación sobre los actuales problemas ambientales (cambio climático, calentamiento global, efecto invernadero, entre otros) y la sobreexplotación petrolífera, conllevan a la necesidad de buscar alternativas de combustibles más ecológicos, renovables y de producción natural tal como los biocombustibles con un desarrollo sostenible y sustentable de la energía así dando paso a una forma de contribución benéfica al medio ambiente.
Desde el siglo pasado, por las razones expuestas anteriormente se habla de alcohol carburante o biocarburante, y junto con ello las facilidades que esta nueva variable del petróleo puede ofrecer. Este potencial no se relaciona sólo con la mejora ambiental, sino que incluye también dimensiones económicas, culturales y sociales. 5 De esta manera se estima la expansión de la producción y uso de los combustibles alternativos con potencial ambiental obtenidos a partir de la sustitución de combustibles fósiles por aquellos derivados de los recursos de biomasa renovable.
Con las diferentes fuentes de abastecimiento que pueden promover la producción de biocombustibles en el mundo, la ONU ha planteado que los campos de cultivos energéticos deben crecer en proporción a la cantidad que se producirá de biocombustibles brindando crecimiento económico por parte de la producción, así mismo, se busca la sostenibilidad energética, ya que se disminuye las reservas de petróleo y estas solo resistirán la demanda aproximadamente una década más, teniendo en cuenta eso el gobierno colombiano busca adicionar un 25% de etanol en la gasolina para el 2020, para no depender totalmente del combustible fósil. (Alonso, 2017) En contraste, mientras que la eliminación de vertidos accidentales de petróleo puede llevar millones de años, si se produce un vertido de etanol bastaría solo la espera de unos días sin un impacto ambiental en el ecosistema. Por consecuente, las alertas notorias sobre el agotamiento de las reservas de combustibles fósiles hacen que Colombia incorpore un marco normativo que es regido principalmente por la ley 693 de 2001 además de otras resoluciones y decretos a los biocombustibles como una perspectiva comprometedora para fomentar el crecimiento de la industria del bioetanol, en donde se plantean mezclas gasolinaetanol para producir menores emisiones de especies tóxicas y generar menores cantidades de GEI (gases de efecto invernadero) . Además, en países como Colombia por su óptima ubicación zona geográfica, condiciones agrícolas y temperaturas favorables es posible obtener biocombustibles a partir de materias primas de origen vegetal, ya que permite un cultivo saludable.
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